La Unión Europea ha identificado a los responsables de la caída en las ventas de coches eléctricos en el continente, y ha señalado directamente a los fabricantes por no ofrecer modelos asequibles. Según Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, “la industria automotriz europea ha fallado en proporcionar vehículos eléctricos al alcance del consumidor medio, lo que ha generado una demanda insuficiente”.
A raíz de la eliminación de ayudas estatales en Alemania, el mercado de coches eléctricos ha experimentado una fuerte caída, afectando las ventas en toda Europa. La situación ha encendido alarmas en Bruselas, ya que marcas como Volkswagen se han visto obligadas a considerar el cierre de fábricas en Alemania para reducir costos. Mientras tanto, algunos gobiernos como el italiano culpan a la «apuesta ideológica» por la movilidad eléctrica, pero Breton señala que la falta de modelos asequibles es el verdadero problema.
El comisario Breton subraya que, en comparación con China, donde los coches eléctricos ya son más baratos que sus equivalentes de combustión, en Europa solo se comercializan dos modelos por menos de 30.000 euros, ambos fabricados en China. Este déficit de opciones económicas está lastrando la adopción del vehículo eléctrico en el continente, a pesar de los objetivos climáticos establecidos por la UE.
La crisis ha reabierto el debate sobre la prohibición de vender coches con motores de combustión interna para 2035 en Europa. Mientras que algunos sectores políticos proponen retrasar o eliminar esta normativa, Breton insiste en que Europa debe equilibrar sus metas climáticas con la competitividad industrial para no quedarse atrás frente a los fabricantes chinos.