Anoten la fecha: 1 de julio de 2026. Ese día, China dará un paso firme hacia adelante para enfrentar uno de los mitos más repetidos por los detractores de los vehículos eléctricos: “Las baterías pueden explotar en cualquier momento.”
El anuncio se da luego de que el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) de China, dio a conocer la nueva regulación obligatoria GB38031-2025, titulada “Requisitos de seguridad para baterías de potencia de vehículos eléctricos”. Esta norma será la primera en el mundo en exigir, de forma categórica, que las baterías no deben incendiarse ni explotar, incluso en caso de una fuga térmica interna.
Este cambio representa un antes y un después en la manera en que se diseñan y prueban las baterías. Mientras que los estándares anteriores requerían solamente una advertencia de cinco minutos antes de un incendio o explosión, la nueva normativa va más allá: exige que, ante un fallo interno, la batería permanezca estable y segura. Incluso el humo que se genere debe ser inofensivo para los ocupantes del vehículo.
Entre las pruebas que introduce este reglamento destacan:
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Impacto inferior: simula una colisión desde la parte baja del vehículo para evaluar la protección de la batería.
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Ciclos de carga rápida: las baterías deben soportar al menos 300 ciclos de carga rápida y luego superar pruebas de cortocircuito sin fuego ni explosión.
Esto es algo en lo que BYD ha venido trabajando desde el 2021, con la comercialización de sus baterías Blade, conocidas por su resistencia y seguridad. Uno de los momentos más recordados fue la famosa prueba Everest, donde se demostró la capacidad de estas baterías de soportar condiciones extremas sin incendiarse ni explotar, incluso bajo pinchazos directos o pruebas de presión.
Además, empresas como CATL, el gigante en la fabricación de baterías, asegura estar listo para cumplir con esta nueva normativa. Su tecnología NP (No Propagación), introducida desde 2020, ya cumple con los requisitos. Las baterías NP han superado pruebas extremas, como colisiones a 120 km/h contra pilares centrales, sin presentar riesgo de incendio o explosión.
Para los expertos, esta normativa no solo protege la vida de los ocupantes, sino que también acelera la evolución de la industria. Aunque el cumplimiento podría representar un desafío económico para pequeñas y medianas empresas, también podría impulsar una consolidación del mercado. A largo plazo, mayores estándares de seguridad reducirán los costos en seguros y mantenimiento, reforzando la confianza del consumidor y abriendo nuevas oportunidades en el sector.