“El protocolo actual de homologación en Europa es el WLTP (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedure) y entró en vigor desde setiembre del 2018.
Este ciclo es básicamente el mismo para autos de combustión, eléctricos e híbridos enchufables.
La prueba WLTP dura 30 minutos y consta de cuatro fases: baja velocidad (589 segundos), velocidad media (433 segundos), alta velocidad (455 segundos) y muy alta velocidad (323 segundos), todas ellas a temperatura constante, y al final en el ensayo se recorren 23,25 km, con una temperatura de 14 grados centígrados.
La idea es simular una conducción en ciudad, carretera secundaria, carretera nacional y autopista. En este caso la velocidad máxima es de 131 km/h y la velocidad media del protocolo de 46,5 km/h (en el NEDC era de 33,6 km/h). En algunos modelos de autos se hacen incluso dos ciclos de homologación, uno con la versión más ligera y otro con la versión más pesada.
En el caso de los autos eléctricos se introduce una variante. La medición de su consumo se efectúa de una forma sencilla y en esencia similar a la de los vehículos con motor de combustión interna. La batería debe estar cargada al máximo cuando se inicia el test.
Una vez finalizado el test, el auto se vuelve a conectar a un cargador. El cable está equipado con un contador eléctrico, este mide la cantidad de corriente total, con la ventaja que también detecta las pérdidas de energía de la batería en el momento de la carga. El resultado de la medición es dividido por la distancia recorrida en el test y se obtiene así el consumo medio del auto y por ende su autonomía.”
Fuente: Puro Motor