Las industrias energética y de automóviles trabajan en la búsqueda de opciones viables para contrarrestar el cambio climático. Gracias a esto hoy vemos como los vehículos eléctricos han logrado popularidad al rededor del mundo, se habla de vehículos impulsados por hidrógeno para en el futuro y recientemente se comenzó a hablar sobre los E-Fuels o combustibles sintéticos.
Los electrocombustibles, electrocarburantes o e-fueles son una clase emergente de combustibles sintéticos neutros en carbono que se fabrican almacenando la energía eléctrica de fuentes renovables en los enlaces químicos de combustibles líquidos o gaseosos.
Recientemente la Unión Europea incluyó a los E-Fuels dentro de las Euro 7, normativa propuesta por la Unión Europea con el objetivo de regular las emisiones de los vehículos de motor, la cual en un inicio iba a erradicar por completo al motor de combustión interna, pero luego se presiones desde Alemania ser terminó por incluir a los combustibles sintéticos, ya que según los datos suministrados esta tecnología será equiparable con los modelos eléctricos puros en cuanto a las emisiones de CO2.
En texto actual los combustibles sintéticos solo necesitarían cumplir con un umbral de reducción de emisiones de los gases de efecto invernadero del 70 % en comparación con los combustibles fósiles para ser equivalentes a los eléctricos puros.
Con base en un estudio presentado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente eso no sería del todo cierto.
“El análisis de T&E muestra que los coches de gasolina electrónica emitirían 61 gCO2e/km en 2035 bajo el sistema de combustible sintéticos existente. Esto contrasta con los vehículos eléctricos, que solo emitirían 13 gCO2/km cuando se cargan con electricidad de la red promedio de la UE en 2035. Bajo tal sistema, los coches alimentados con E-Fuels se considerarían neutros en CO2, pero aún así emitirían alrededor de cinco veces más emisiones de CO2 que los modelos de vehículos eléctricos puros equivalentes. Además, los coches de gasolina sintética emiten contaminantes del aire, incluidos óxidos de nitrógeno tóxicos (NOx) y partículas cancerígenas.”
1. Los combustibles sintéticos utilizados en automóviles deben cumplir con estrictos estándares de certificación para garantizar una reducción del 100 % en las emisiones de CO2. Esto incluye el requisito de que toda la electricidad utilizada en la producción de estos combustibles provenga exclusivamente de fuentes de energía renovable, y que el carbono utilizado en su fabricación sea capturado directamente del aire para evitar liberar CO2 adicional. Cualquier emisión residual generada durante el transporte y la distribución de estos combustibles debe ser compensada mediante la captura y el almacenamiento de carbono siguiendo la metodología RED RFNBO, asegurando así una reducción total del 100 % en las emisiones de gases de efecto invernadero.
2. Los automóviles que funcionan con E-Fuels no deben ser considerados como vehículos de “cero emisiones” desde una perspectiva normativa, ya que todavía emiten contaminantes atmosféricos tóxicos. Esta clasificación ayudaría a mantener los esfuerzos para reducir la contaminación y establecer áreas de bajas y cero emisiones en las ciudades europeas, en lugar de socavarlos.