Este desempeño ha llevado a BYD a la mira de las grandes automotrices tradicionales. Se estima que BYD podría superar a Ford en envíos anuales este año, consolidando su posición entre los 10 principales fabricantes de automóviles del mundo. Los analistas de Bloomberg prevén que esta tendencia se mantendrá, ya que la compañía mantiene su objetivo de producir 4 millones de vehículos en 2024. La empresa estadounidense Ford, en comparación, promedia alrededor de 1.1 millones de vehículos por trimestre, lo que podría no ser suficiente para evitar que BYD alcance su meta.
Parte de este éxito se debe a las políticas del gobierno chino que incentivan a los consumidores a reemplazar sus vehículos antiguos por modelos eléctricos o híbridos, así como a la capacidad de producción de BYD, que ha crecido significativamente en los últimos meses. El vicepresidente de la compañía, He Zhiqi, destacó en Weibo que BYD aumentó su capacidad de producción en casi 200,000 unidades entre agosto y octubre, en parte gracias a la contratación de nuevos empleados en sus plantas de ensamblaje y componentes.
Además de superar en producción y ventas a grandes nombres de la industria, BYD continúa elevando su valor en el mercado de capitalización. En junio de 2022, la compañía alcanzó un valor mayor al de Ford, GM y Stellantis combinados en la bolsa de Hong Kong, una hazaña que podría repetir pronto si continúa con su crecimiento imparable.
A medida que los fabricantes tradicionales enfrentan mayores retos para mantenerse competitivos, BYD sigue avanzando como un tren de carga. Según Tu Le, fundador de Sino Auto Insights, “Los fabricantes de automóviles tradicionales parecen ser simplemente daños colaterales mientras BYD avanza para convertirse en el mayor fabricante de automóviles del mundo.”
¿Qué significa esto para la industria?
Con un enfoque decidido y una expansión continua, BYD parece estar en camino de remodelar el panorama global de la automoción. Desde su fuerte presencia en Asia hasta su creciente expansión en Europa y América Latina, la empresa china se está posicionando para enfrentar a gigantes como Ford y Nissan en el tablero global. Este avance subraya el cambio de poder que está ocurriendo en la industria, en un momento en que los fabricantes de automóviles tradicionales luchan por adaptarse y competir en el dinámico mercado de vehículos eléctricos e híbridos.
El 2024 podría ser recordado como el año en que BYD no solo rivalizó con los fabricantes estadounidenses y japoneses, sino que además los dejó en su estela, impulsado por un enfoque de producción ágil y una demanda cada vez mayor de sus modelos.
