El crecimiento de la flota de vehículos eléctricos ligeros en Costa Rica ha sido muy acelerado, pasando de menos de 100 unidades registradas en 2010 a 16.806 automóviles, SUVs, pickups y vehículos comerciales ligeros de carga a setiembre de 2024. La cuota de mercado de la importación de ligeros alcanzó un 12% en 2023, la más alta de América, y con 8.407 unidades nuevas importadas hasta setiembre de 2024, la cuota de mercado del segmento 100% eléctrico ya llegó al 16%.
Ante este crecimiento acelerado de la flota, todos los dueños de carros eléctricos estamos conscientes de la urgencia de densificar la red de carga rápida para los viajes largos fuera de la GAM. También se deben proveer más puntos de recarga por estación en los sitios más populares de rutas turísticas hacia Guanacaste, Caribe sur, y Pacífico central y sur. Además, resulta evidente la necesidad de mejorar de forma significativa el mantenimiento rutinario de los cargadores y reducir el tiempo de respuesta para las reparaciones de las estaciones de carga.
Otra mejora clave es simplificar y unificar la forma de pago. Por otro lado, de acuerdo con el ICE, las tarifas actuales fijadas por la ARESEP no cubren el costo de brindar el servicio de recarga, por lo que sería totalmente justificable pagar tarifas más altas, pero si se presta un mejor nivel de servicio.
Por este motivo, además de autorizar a las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, para que puedan proveer este servicio, como lo propone el Proyecto de Ley 24.171, “Fomento a la Infraestructura de Recarga Eléctrica y Estrategias para la Movilidad Sostenible” de la Diputada Kattia Cambronero Aguiluz, es deseable que la nueva normativa haga uniforme la forma de pago del servicio entre todos los proveedores, públicos o privados, mediante el uso de las tarjetas de débito y crédito emitidas por la banca comercial.
También se debe aprovechar la oportunidad para que, desde ahora las empresas de autobuses, que están reguladas por ARESEP, estén autorizadas a brindar servicio de carga a vehículos eléctricos particulares durante el día, aprovechando así la costosa infraestructura de carga rápida que requieren las flotas de autobuses eléctricos. Tal servicio debería estar fuera del cálculo de la tarifa que hace ARESEP para los autobuses de modo que pase a ser un ingreso adicional para amortizar la alta inversión requerida en la electrificación de la flota.
El Proyecto de Ley propone que la ARESEP defina las tarifas del servicio en los centros de carga, tanto de propiedad pública como privada. Sin embargo, considerando el alto monto de la inversión para un actor privado, en especial cuando se trata de estaciones de carga rápida con punto múltiples de recarga y/o con potencias mucho más altas que las que brindan ahora las distribuidoras públicas, así como el nivel de riesgo e incertidumbre asociado a la demanda real de las estaciones, sería más conveniente dejar que la tarifa a cobrar por los proveedores privados no estará sujetas a la regulación de ARESEP.
Permitiendo un libre mercado se estimulan la inversión en este tipo de servicio y será la competencia la que fije la tarifa. Por ejemplo, la instalación de infraestructura de carga media en hoteles es muy deseable para recargar durante la noche sin estresar la batería, pero será decisión del establecimiento comercial cuánto cobra por el servicio, si su tarifa solo cubre la recuperación de la inversión y el suministro de electricidad, o si lo subsidia, o inclusive provee la recarga de forma gratuita para los huéspedes. Por otro lado, un comerciante que cobre tarifas abusivas está compitiendo no solo con otros proveedores privados en la zona, sino que también con los proveedores públicos que tienen tarifas “bajas” fijadas por ARESEP y disponibles a cada 80 km o menos.
Otro problema cada día más frecuente son los vehículos con motor de combustión interna que se estacionan en los espacios reservados para cargar. Con frecuencia los infractores alegan que es un espacio azul de estacionamiento para adultos mayores y discapacitados. Además, en muchos sitios privados, los espacios se demarcan de color verde en lugar de azul como indica la ley vigente.
Con el propósito de evitar la confusión con los espacios azules reservados según la Ley 7600, así como para uniformizar el color de los espacios y el logotipo a usar en los espacios reservados para cargar se debería aprovechar el Proyecto de Ley en trámite para adicionar las siguientes regulaciones:
• Designar el color verde en lugar del azul y estandarizar el logo a usar para vehículos eléctricos. Las especificaciones técnicas tanto de la demarcación horizontal como vertical serán definidas por la Dirección General de Ingeniería de Transito (DGIT) del MOPT. De forma preliminar la DGIT ya manifestó su preferencia por el uso del color verde para los vehículos eléctricos.
• Aplicar la misma multa (categoría C) que se aplica al uso indebido de espacios azules preferenciales para personas con discapacidad para los vehículos de combustión interna que se estacionen en dichos espacios verdes, así como a los eléctricos enchufables que no estén cargando (con un margen de holgura de 5 minutos). Como lo señala el articulo 96 de la Ley de Tránsito de 2012, también se podrá solicitar la remoción del vehículo con el concurso de las grúas de la Policía de Tránsito.
• De forma similar a los espacios azules preferenciales para personas con discapacidad, el propietario del establecimiento que incumpla esta obligación estará sujeto a una multa equivalente a cinco veces la multa estipulada en la categoría C (actualizada a ¢122.904,71).
• Finalmente, con el fin de garantizar un uso indiscriminado de los cargadores para cualquier tipo de vehículo eléctrico enchufable, es necesario que el Proyecto de Ley permita emitir algún distintivo para adherir en la placa o el parabrisas de los vehículos híbridos enchufables (PHEV) o los vehículos de rango extendido (EREV) para identificarlos y evitar las sanciones antes mencionadas. Este distintivo sería definido por el MINAE por la vía de reglamento. Los vehículos 100% eléctricos ya se identifican por su placa verde.