Xiaomi, uno de los gigantes chinos en la industria de la electrónica de consumo, no deja a de ser noticia luego de haberse aventurado a fabricar sus propios vehículos 100% eléctricos.
Recientemente la empresa dio a conocer detalles de las innovaciones que está utilizando como parte de su proceso de producción.
Xiaomi ha desarrollado un sistema completo de grupo de máquinas de fundición a presión que consta de 60 dispositivos y 433 procesos. La I+D del equipo de Xiaomi dio como resultado 11 innovaciones de diseño de patentes y mejoras en la tecnología de fundición a presión existente de la industria, incluido un sistema de parámetros de optimización de inyección activa de IA.
La fábrica que produce coches Xiaomi tiene un alto grado de automatización y, cuando aumente su capacidad, podrá producir 40 coches por hora, o uno cada 76 segundos. Hay más de 700 robots en la fábrica y 181 unidades de robots móviles autónomos (AMR) que entregan piezas estampadas. Cada AMR utiliza Lidar para encontrar su camino alrededor de la fábrica. Las máquinas también se utilizan para la inspección de calidad, el sistema de inspección X-Eye tiene una precisión del 99,9 % con defectos señalados en lugar del ojo humano.
La maquina encargada del proceso llega por nombre 9100t, su espacio físico tiene un área del tamaño de dos canchas de baloncesto.
Según datos publicado por medios chinos, La máquina crea el conjunto del piso trasero del Xiaomi SU7 y reduce 72 piezas que anteriormente requerían estampado y soldadura a una sola pieza de fundición a troquel que se puede producir en 100 segundos. Para la producción, esto significa 840 puntos de soldadura menos y una reducción del 45 % en el tiempo de producción. Mientras que para el coche significa que el componente es un 17 % más ligero y también resulta en una reducción de 2 dB en el ruido de la carretera. Además, aumenta la esperanza de vida del panel de piso integrado, lo que significa que puede alcanzar fácilmente un kilometraje de más de 2 millones de kilómetros, más de 10 veces la esperanza de vida de un panel de piso tradicional.